En 1947, el etnólogo noruego Thor Heyerdahl se hizo a la mar en una rudimentaria balsa y recorrió los casi 8.000 kilómetros de distancia que separan las costas de Sudámerica de las remotas islas polinesias para demostrar la viabilidad de largos viajes oceánicos en las civilizaciones antiguas. Desde 1957, la almadía de esta famosa odisea, Kon-Tiki, se expone en Oslo junto a otras embarcaciones y artefactos de las expediciones de Heyerdahl en un museo que va a ser próximamente renovado y ampliado por Snøhetta con una nueva pieza en forma de cuña revestida de madera, que contendrá un auditorio de grandes ventanales totalmente sostenible, en línea con la filosofía de vida del atrevido naturalista.
La apertura del nuevo museo está prevista para 2025.