En el limite de la Comunidad de Madrid con la provincia de Ávila se encuentra Valdemaqueda, un pequeño municipio rodeado de pinares, orientado al sur y protegido por una ladera de alto valor ecológico. Su casco urbano, compuesto por pequeñas casas dispersas, está atravesado por la carretera que enlaza Robledo de Chavela con el embalse de Hoyo de Pinares. La plaza de España, que es un ensanchamiento de esta vía, está flanqueada al sur por un prado cuya pendiente salva un desnivel de dos metros. Éste fue el terreno destinado a la construcción de la nueva casa consistorial.

El proyecto aspira a ordenar el espacio urbano próximo sin distorsionar su escala; colaborar en la configuración del cerramiento de la plaza se ha considerado un objetivo básico. Para alcanzarlo, se ha tratado la fachada norte como la más representativa del ayuntamiento. El aspecto de la fachada opuesta surge del deseo de abrir el edificio hacia el mediodía y hacia las atractivas vistas del pinar. El nuevo conjunto construido, que completa el lado sur de la plaza, se quiebra para adecuarse a la concavidad insinuada por la vegetación —dos acacias— y a las edificaciones existentes, y para alejarse en lo posible del tráfico rodado. El proyecto también propone la futura remodelación del pavimento de la plaza, que aún no se ha realizado.

La fábrica se escinde en dos volúmenes prismáticos de hormigón que están unidos en planta baja por un vestíbulo acristalado coronado por una cubierta de zinc. La austeridad formal que caracteriza estas piezas busca facilitar su correcta integración en la trama urbana dispersa. Uno de ellos encierra el salón de plenos, que es un gran espacio a doble altura, mientras que el otro contiene, distribuidas en tres plantas, las dependencias que albergan el resto del programa: despachos para el alcalde, el secretario, los servicios técnicos, los administrativos y el archivo.

Los elementos de la estructura de hormigón armado —los muros de carga y la cuadrícula que forman los pilares y los cantos de los forjados— configuran los cerramientos exteriores, que conservan las huellas de las juntas del encofrado de madera. En la fachada sur se han utilizado placas de pizarra y carpintería de aluminio gris acero, y en la norte se han empleado carpinterías de madera de iroko. Los techos y las paredes son de color blanco, aplicado directamente sobre la cara interior de la estructura de hormigón; los pavimentos son de linóleo; y la escalera que conecta los tres niveles del edificio administrativo tiene los peldaños y antepechos de madera barnizada, y la estructura metálica...[+]