Richard Ingersoll

Los preámbulos de los Juegos Olímpicos de Atenas han sido de los más emocionantes en la historia del olimpismo, aunque no por los aspectos deportivos, sino por la incertidumbre acerca de la terminación en plazo de las obras y por la posibilidad de sufrir algún ataque terrorista. Mientras que nadie apostaba por lo primero, todo el mundo parecía contar con un atentado. Ya en mayo se desactivaron dos bombas colocadas por un grupo terrorista del país, hecho al que las autoridades griegas quitaron importancia rápidamente. Desde el momento en que Grecia —un país relativamente pobre dentro de Europa— consiguió hacerse con la celebración de los Juegos Olímpicos, políticos y urbanistas empezaron a soñar con una remodelación global, como ocurrió en Barcelona en 1992. El resultado fue la toma de la ciudad por un enjambre de grúas y bulldozers, punteando el horizonte hasta donde alcanza la vista. Sin embargo, a diferencia de Barcelona, en Atenas falta tradición de diseño urbano, la coordinación entre las diversas obras, a cual más ambiciosa, ha sido escasa y el número exagerado de intervenciones hace que algunas de ellas resulten a la postre innecesarias... [+]