Situado entre los jardines del santuario sintoísta Meiji y el Palacio Imperial, en el corazón de Tokio, el nuevo Estadio Nacional contribuye a preservar el ambiente natural de este entorno histórico mediante un diseño de tamaño contenido que integra diferentes tipos de vegetación a lo largo de su perímetro. Además de las zonas verdes que acompañan los accesos a nivel de calle, el edificio cuenta con una logia elevada que genera un recorrido paisajístico alrededor del campo. Los grandes aleros que caracterizan la arquitectura japonesa tradicional se reinterpretan aquí mediante una sucesión vertical de bandas inclinadas —revestidas con tablas de cedro y pino Okinawa procedentes de bosques certificados— que proporcionan sombra y canalizan las corrientes de aire hacia los asientos. En el interior, la madera también es el material protagonista ya que la cubierta está formada por cerchas de madera laminada y conectores metálicos. Para permitir que la luz natural llegue a todas las partes del campo y poder cultivar el césped en invierno, un gran tragaluz se instala en la parte sur del techo. A esta estrategia bioclimática se unen otras como la recolección de agua de lluvia, la generación fotovoltaica o la climatización geotérmica, que contribuyen al ahorro energético del proyecto. 

The Guardian. Tokyo’s Olympic architecture: look, no Bird’s Nest…

Fotos: © Taisei Corporation, Azusa Sekkei Co., Ltd. , Kengo Kuma and Associates Joint Venture