Aeropuerto internacional, Pekín
Foster + Partners 

Aeropuerto internacional, Pekín

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Tan sólo cuatro años después de la formalización del encargo, el edificio más grande del mundo, la Terminal 3 del aeropuerto de Pekín, abrió sus puertas. Los 1,3 millones de metros cuadrados preparados para ser recorridos por 50 millones de pasajeros al año fueron definidos y ejecutados a un ritmo frenético, llegando a aglutinar hasta 50.000 trabajadores. Además de su incomparable tamaño y su tecnología, el proyecto buscó ser innovador en términos de eficiencia operativa, confort de pasajeros y sostenibilidad. Su función como espacio de bienvenida, especialmente pensado para los atletas que participaron en los Juegos, llevó a trabajar con conceptos como el de acogida y motivación, apostando por el diseño de una vertiginosa cubierta aerodinámica inspirada en un dragón que celebra la emoción y la poesía de volar. Esta sinuosa superficie dorada encuentra resonancia en la Ciudad Prohibida, mientras que la paleta cromática interior, que varía desde el rojo, pasando por el naranja hasta el amarillo, evoca los colores tradicionales del país a la vez que permite zonificar y favorecer la orientación en un edificio de estas dimensiones.

El aeropuerto comprende tres cuerpos alargados dispuestos siguiendo una línea longitudinal en la que los dos extremos se abren a modo de abanico para acomodar los vestíbulos de salidas y llegadas. El edificio del lado sur abraza un jardín ovalado en cuyo centro se sitúa un cuarto volumen con forma de avellana, el llamado GTC (Ground Transportation Centre), la estación de tren que une el aeropuerto con el centro de la ciudad. Aunque la longitud de norte a sur es mayor de tres kilómetros, las tres piezas se mantienen conectadas visualmente. En el eje central se sitúa un patio flanqueado por una secuencia de pilares rojos que continúan a lo largo del perímetro exterior del edificio, evocando los templos chinos. El voladizo curvado de la terminal abraza a los pasajeros que acceden por carretera en un sencillo gesto de bienvenida. Éste se enfatiza en el edificio que acoge los vuelos internacionales, que deja las llegadas en el nivel superior para permitir a los recién llegados disfrutar del espacio desde su mejor perspectiva.

La cubierta está formada por una estructura tridimensional de acero revestida por una chapa metálica coloreada en la que se recortan lucernarios triangulares. Ésta se curva, elevándose en el punto medio para crear un espacio central catedralicio. El edificio incorpora numerosos sistemas pasivos de eficiencia energética, como lucernarios orientados a sureste, e integra un sistema de control medioambiental que minimiza la energía ­consumida.


Cliente Client

Beijing Capital International Airport Company Ltd.

Arquitecto Architect

Foster + Partners

Consultores Consultants

Arup (estructura structural engineering); Davis Langdon & Seah (aparejador quantity surveyor); Arup (instalaciones M+E M+E engineering); Michel Desvigne; Speirs and Major Associates

Fotos Photos

Nigel Young / Foster + Partners; Tim Griffith/Arcaid; Ma Wenxiao / Sino