Adecuación del entorno del Templo de Diana
José María Sánchez García 

Adecuación del entorno del Templo de Diana

José María Sánchez García 


Según la opinión más acreditada, Mérida fue fundada en el año 25 a.C. para los veteranos de dos legiones que habían participado con honor en las guerras cántabras. La ciudad siguió la traza convencional de las fundaciones romanas y dispuso, en su momento de mayor esplendor, no sólo de los hoy célebres teatro y anfiteatro sino también de numerosos monumentos distribuidos en sus dos foros. Entre éstos destacaba el Templo de Diana, dedicado al culto al emperador. Recuperar esta singular memoria, poniéndola en valor a partir de una intervención elaborada con un lenguaje contemporáneo, ha sido el objetivo de esta propuesta, que ha contado con las trazas existentes, concibiendo el proyecto como una operación abierta en todas sus fases, capaz de encarar la incertidumbre del desarrollo de cinco años en los que han ido apareciendo restos arqueológicos según avanzaban las obras.

Formalmente, el proyecto se resuelve mediante una pieza perimetral en forma de L que regulariza y cose el borde de la ciudad, liberando una plaza en torno al templo. Esta L resulta de la unión de un recorrido elevado que, a modo de plataforma, se sitúa a la misma cota que el podium del templo, y una pantalla estructural perimetral que pone en valor al propio templo, enmarcándolo formalmente y abstrayéndolo de las edificaciones colindantes. Entre esta pieza en L y la trama urbana existente, se disponen varios volúmenes que, a modo de cajas voladas, ocupan los espacios intersticiales de la intervención, alojando usos comerciales y culturales. El proyecto, de este modo, se concibe como una plataforma urbana cuya elevación permite incorporar a la ciudad un nuevo estrato cargado de programa.

La materialización de estos elementos surge de la interpretación de los materiales que configuraban el orden constructivo romano. Así, mientras que el árido de granito descompuesto del pavimento de la plaza alude al terrizo original, la piedra artificial de cemento blanco y áridos locales de los muros remeda los tonos cálidos del granito del templo.


Proyecto

Edificio perimetral y adecuación del entorno urbano del templo de Diana.

Cliente: Consorcio Ciudad Monumental de Mérida, Consejería de Cultura, Junta de Extremadura.

Arquitecto

José Mª Sánchez García.

Colaboradores

E. García-Margallo, R. Fernández, M. Torres, L. Rojo, F. Sánchez, J. García-Margallo, M. Cabezón, M. Ambrósio, C. Leticia, M. Sánchez, J. Ternström.

Consultores

CDE Ingenieros, COGAITE (estructuras); Aro consultores (instalaciones), A. García y F. Benito (arquitectos técnicos).

Contratista

U.T.E. Templo de Diana (Procondal y Copcisa)

Fotos

Roland Halbe.