La actuación de la arquitecta gallega María Fandiño en la Explanada del Horizonte de Portocelo es un proyecto de revalorización de una zona degradada del municipio pontevedrés de El Rosal. Entre la sierra da Groba y el océano Atlántico, esta sección del territorio desciende desde el Monte Torroso por la ladera, dejando a su paso un paisaje de bosques de repoblación, masas graníticas con arbustos de bajo porte y una llanura costera. El proyecto trata de regenerar el ecosistema soterrado bajo los escombros generados por la construcción de la carretera PO-552 en la década de 1970. Para ello, se estudia la topografía, los drenajes, la vegetación, las proporciones y la materia de la zona. La intervención dibuja terrazas de mampostería, que se pliegan hanta el encuentro con el mar, con formas que se funden en el entorno. Entre nuevos pavimentos y muros se incluyen juegos infantiles, mobiliario y luminarias. La estrategia de plantación vegetal toma conciencia de la salinidad del océano, sus condiciones adversas y la acidez del suelo. El objetivo es regenerar el suelo altamente degradado y, con el tiempo, conseguir que las especies autóctonas se desarrollen para recuperar el paisaje.

Esta obra resultó ganadora del Premio de Arquitectura CSCAE 2021 en la categoría Sostenibilidad y Salud.