«El no-edificio del año». Así motejó la gran dama de la crítica de arquitectura, Ada Louise Huxtable, el rascacielos con remate de mueble inglés que el camaleónico Philip Johnson levantó en Manhattan en los ochenta, y que, pese a la inicial animadversión de muchos, hoy es un unánime emblema del posmodernismo. Vacío durante algunos años, el inmueble ha sido objeto de una extensa renovación en la que, además de poner al día los espacios del lobby, se ha habilitado un jardín trasero en conexión con él, donde los motivos circulares tan presentes en el conjunto dan forma a parterres, fuentes y zonas estanciales que intersecan bajo una marquesina de vidrio.

Foto: Alex Fradkin. Cortesía de 550 Madison

Foto: Alex Fradkin. Cortesía de 550 Madison