Nueva sinagoga en Maguncia
La palabra renacida

Nueva sinagoga en Maguncia

La palabra renacida


Pocas comunidades judías superan a la de Maguncia en importancia y tradición. Durante la Edad Media, la ciudad fue el principal centro de enseñanza religiosa y escenario del magisterio de una serie de rabinos influyentes, en especial Gershom ben Judah, cuyos preceptos tuvieron un fuerte impacto en el judaísmo: su sabiduría era tan grande como para hacerle merecedor del apelativo ‘luz del exilio’. El nuevo centro comunitario judío de Maguncia se sostiene sobre esta tradición.

Aunque el edificio se erige en el emplazamiento de una sinagoga incendiada durante la noche de los cristales rotos, no quería hacer referencia al Holocausto. En los años ochenta se habían colocado en el solar algunos de los restos y los mantuve por respeto, aunque yo nunca los hubiese recuperado. Por varias razones, me propuse firmemente no hacer del edificio destruido el sustento del nuevo. Antes de la guerra ya existían otras sinagogas en la ciudad; además, no quería que la barbarie nazi fuese ‘coautora’ de mi proyecto. Por último, pero no menos importante, en Maguncia se dio forma a la religión judía tal como la conocemos hoy, y este aspecto positivo es el que debe celebrar el diseño. El capítulo del Holocausto debe ser rememorado, pero en otra parte.

La sinagoga está situada en un barrio residencial de finales del siglo XIX, caracterizado por su trama de bloques perimetrales. Asumimos esta forma urbana, de suerte que el volumen del edificio se situase paralelo a las calles y sus fachadas quedaran enrasadas con los edificios colindantes. La utilización del tipo de bloque perimetral en un edificio sagrado dista de ser frecuente: cuando se piensa en este tipo de construcciones, el tópico es imaginarse un volumen aislado y retirado de la calle.

Al orientar hacia el este la sala de oración se crean dos espacios exteriores: un jardín interno, destinado a los fieles, que puede utilizarse con fines recreativos o celebratorios; y una plaza pública frente a la entrada principal, abierta al barrio en un contexto de trama urbana muy densa. La ausencia de cualquier tipo de puerta o barrera sugiere que la plaza pueda funcionar como un espacio en verdad público y de uso cotidiano, algo poco común en un edificio religioso, especialmente si se trata de una sinagoga en Alemania.

A lo largo de su historia, el judaísmo nunca ha tenido una fuerte tradición constructiva. A diferencia de otras religiones, no ha creado estilos arquitectónicos que intentaran traducir en términos espaciales sus valores y credos. Sí ha utilizado, en cambio, la escritura, en especial el Talmud elaborado tras la destrucción del segundo Templo y el comienzo de la diáspora, y que es una respuesta a la pérdida de Jerusalén como centro del judaísmo y el desarraigo en general. El tema del espacio impregna todo el Talmud, desde el contenido de sus capítulos hasta las técnicas dialécticas de los rabinos, pasado por el propio modo en que está escrito. Sus palabras y letras poseen además una cualidad objetual. Estas dos características —el concepto de Talmud y la cualidad objetual de la escritura— dan forma al centro comunitario.

La fachada muestra el proceso de inscripción o tallado de un patrón, y está formada por una superficie tridimensional de azulejos vidriados. El patrón está dispuesto de manera concéntrica alrededor de las ventanas y sugiere un juego de trampantojos, de manera que un conjunto de múltiples perspectivas con las ventanas como puntos de fuga emerge en la fachada. Esta calidad espacial se ve reforzada por el vidriado verdoso de los azulejos, que refleja la luz cambiante del entorno por medio de un amplio registro de matices.

Las superficies interiores están revestidas con letras hebreas densamente empaquetadas que conforman un patrón de ornamentación ilegible, casi ilimitado y semejante a un mosaico. En ciertas partes, la densidad se reduce para que el texto pueda leerse. Fragmentos de los llamados piyutim —textos de poesía religiosa escrita por los rabinos de Maguncia en los siglos X y XI— se tallan en las superficies interiores. Se trata de palabras muy puras y hermosas que narran el amor por la Torá aludiendo al Cantar de los Cantares o a la destrucción de la comunidad durante las primeras cruzadas, y muestran la importancia de Maguncia para el judaísmo. Son textos que celebran la producción cultural de la ciudad y, por extensión, el poder creativo de la diáspora judía...[+]


Obra Work
Sinagoga Nueva de Maguncia
New Synagogue, Mainz (Germany)

Cliente Client
Jüdische Gemeinde Mainz.

ArquitectosArchitects
Manuel Herz Architects / Manuel Herz (socio partner); Elitsa Lacaze; Hania Michalska, Michael Scheuvens, Peter Sandmann (proyecto de ejecución detailed design); Cornelia Redeker, Sven Röttger, Sonja Starke (proyecto básico concept design).

ConsultoresConsultants
Mainzer Aufbaugesellschaft (gestión de proyecto project manager); Klaus Dittmar Architekt (dirección de obra site supervision); Harald Heims (paisajismo landscape); Arup (ingeniería estructural structural engineering); Niels Dietrich Keramikwerkstatt (fachada cerámica ceramic facade); K. Dörflinger (electricidad electrical engineering); House of Engineers (instalaciones MEP services); IBC Ingenieurbau Consult (física de las construcciones building physics); Ingenieurbüro Ingo Petry (protección contra incendios fire protection); Ingenieurgesellschaft für Technische Akustik (acústica acoustics).

PresupuestoBudget
6.000.000 €.

Superficie Area
2.500 m².

FotosPhotos
Iwan Baan.