Seis unidades de alojamiento forman parte de este pequeño centro turístico que toma como punto de partida la atención a los tipos arquitectónicos locales, especialmente a aquellos que comportan la máxima extensión en planta, las casaspatio. Para optimizar la disposición de la planta y para fomentar la generación de espacios entrecruzados en sección, se ha manipulado la geometría rotunda y circular de las típicas casas-patio chinas, dando como resultado una suerte de manzana blanda apoyada en cuatro soportes piramidales. Huyendo de referencias demasiado literales, el proyecto reinterpreta en acero los principios de la construcción en bambú. La fachada, compuesta por un revestimiento translúcido textil que incorpora aislamiento pretende lograr una atmósfera interior blanca y reflexiva de día mientras que de noche, el edificio aparecerá como una lámpara en el parque.

La topografía existente se remodela para lograr diversas transiciones entre la casa y el terreno, así como para dirigir el flujo de visitantes. La geometría de la casa respeta la configuración de refugio de los alrededores de acuerdo con los principios del feng shui. Sólo la capa correspondiente al campo de té se superpone a la topografía ondulante como entidad autónoma, sin tener en cuenta la pendiente... [+]