Como un trozo de margen de autopista habilitado para vender material de bricolaje, el hipermercado Baumaxx en la localidad eslovena de Maribor evoca en su cubierta ajardinada un paisaje de colinas, sobre el que cuatro estructuras publicitarias afirman su vínculo indiscutible con el sistema de vías rápidas que nutre los grandes centros de consumo. Tanto en planta como en alzado, el edificio supone una celebración del tráfico. Mientras las superficies regulares de aparcamiento se recortan en el volumen que resulta de extruir el perímetro irregular de la parcela, unos reflectores parecidos a los usados en las obras de carretera se utilizan para transformar las superficies mudas de la envolvente en un reclamo de color cambiante —plata desde el norte, rojo desde el sur y neutro desde el oeste— que recuerda al conductor la identidad corporativa...
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