Construido sobre la huella del anterior museo, destruido por un terremoto en el año 2007, el edificio se organiza en un volumen compacto de planta rectangular con una grieta que acoge unos espacios intermedios que separan las funciones de divulgación del museo de aquellos destinados a la investigación, al tiempo que enmarcan el cielo y el vasto desierto. La estructura de las salas de exposiciones es resultado de una hibridación aparentemente contradictoria entre la espacialidad laberíntica y el recorrido en espiral propios de la arquitectura tradicional con la fluidez y transparencia contemporáneas. En respuesta al clima del lugar, el edificio incorpora un dispositivo de corrección ambiental que, por un lado, hace frente a las exigentes condiciones bioclimáticas del desierto y, por otro, define el perfil del museo, construido enteramente con hormigón puzolánico rojizo. La geometría exterior reinterpreta la serie y el desfase característico de los tejidos Paracas, una de las expresiones tecnológicas y artísticas más destacadas de esta cultura ancestral peruana…[+][+][+]