11 viviendas sociales en Palma de Mallorca
Carles Enrich 

11 viviendas sociales en Palma de Mallorca

Carles Enrich 


Este proyecto residencial para el Instituto Balear de la Vivienda se emplaza en una parcela estrecha, previamente ocupada por una cantera de piedra de marés, en el límite del municipio de Palma. La forma del conjunto, que alberga once viviendas sociales, responde a la decisión de separar el edificio de la medianera y preservar los restos geológicos, creando un volumen compacto en la fachada exterior y un retranqueo en la fachada interior. Esta configuración genera sombras y patios.

Las viviendas, con tipologías de uno, dos y tres dormitorios, están diseñadas de forma flexible, eliminando áreas de circulación para maximizar la superficie útil. Los espacios son intercambiables, excepto las cocinas, que se ubican cerca de los baños para optimizar las instalaciones. Se aplican principios de arquitectura vernácula, garantizando la ventilación cruzada. Los lucernarios de las escaleras que actúan como colectores solares y disipadores térmicos.

Los jardines drenantes en planta baja, junto con vegetación autóctona de bajo consumo hídrico, contribuyen a la reducción de la temperatura ambiental, y el agua de lluvia se recoge para su reutilización en riego. La disposición de las aberturas y la reducida profundidad de los espacios minimizan la necesidad de iluminación artificial y optimizan las ganancias solares. La fachada se reviste con enlucido de cal (jabelga), cuyo color blanco reduce el sobrecalentamiento.

La estructura está compuesta por muros de carga de bloques cerámicos mallorquines, formando una retícula de espacios iguales de 10 metros cuadrados y unas crujías técnicas que albergan las escaleras, baños y chimeneas solares. La fábrica de mampostería incorpora perforaciones verticales rellenadas con tierra procedente de la excavación para mejorar la inercia térmica y el aislamiento acústico entre medianeras. Los forjados prefabricados se apoyan sobre una viga perimetral de madera laminada, permitiendo el desmontaje en seco. Una capa de compresión de 5 cm y un pavimento de hormigón pulido completan los forjados, garantizando el aislamiento acústico entre plantas. La disposición de las viviendas, con acceso directo desde la calle, convierte el conjunto en viviendas adosadas.