Una ruina hundida en la vegetación, finalista del premio europeo de intervención en Patrimonio
El monasterio de San Pedro de Eslonza, un espacio religioso que comenzó a edificarse en el siglo X por orden del rey García I y se reconstruyó en el XVI, era hasta hace nada una ruina que recuperar de la naturaleza. A lo largo de los siglos, los hierbajos y las raíces habían conquistado el monumento y sus muros estaban derruidos. Declarado bien de interés cultural, el monasterio se encuentra cerca de Santa Olaja de Eslonza (60 vecinos), una pequeña pedanía de Gradefes (940 habitantes, a 20 kilómetros de León), y estaba irreconocible hasta que los arquitectos leoneses Andrés Rodríguez y Susana Valbuena asumieron el proyecto de rehabilitarlo.
El objetivo de los arquitectos era evidenciar la importancia del edificio rescatando los elementos que aún se mantenían en pie y defender el legado histórico de la provincia de León. Los integrantes del estudio Rodríguez y Valbuena celebran hoy el resultado de una actuación que ha revitalizado el monasterio y les ha dado una sorpresa: quedar finalistas en el premio europeo de intervención en Patrimonio Arquitectónico. Es más, Rodríguez y Valbuena han sido el único equipo español en esta categoría...