Celebrar la ingeniería es en buena medida celebrar la arquitectura, pues antes de que la modernidad delimitara las fronteras entre ambas disciplinas, construir e ingeniar, ingeniar y construir, eran la misma cosa. Por eso, desde Arquitectura Viva queremos homenajear a tres grandes ingenieros al hilo de sus efemérides: Jorge Juan, Agustín de Betancourt y Gustave Eiffel. Del primero, que fue marino y científico en la España de la Ilustración, se ha cumplido este año el 250 aniversario de su muerte, y al calor de la cifra el Museo Naval de Madrid le ha dedicado una exposición que recuerda los hitos de su vida, desde la exploración para medir el meridiano terrestre junto a La Condamine hasta la fundación del Real Observatorio, pasando por el espionaje industrial en los astilleros de Londres y la exitosa renovación de la Armada española. No menos aventurera y fructífera fue la vida de Agustín de Betancourt, precursor de las máquinas de vapor, mariscal del Imperio ruso, arquitecto de grandes obras públicas y fundador en 1802 de la Escuela de Ingenieros de Caminos, cuya sucesora hoy le ha dedicado un ciclo de conferencias que conmemoran el bicentenario de su fallecimiento. Y para recordar la figura de Gustave Eiffel, quizá el más exitoso ingeniero del siglo por antonomasia de la ingeniería —que en España realizó estructuras pioneras como el puente del Hacho—, el Estado francés, siempre atento a sus próceres, le dedicará exposiciones con ocasión del centenario de su desaparición.[+]