(1959-1998)
Andreas Hild y Tillmann Kaltwasser se conocieron mientras estudiaban arquitectura en Múnich, donde iniciaron en 1992 una relación profesional que se ha visto interrumpida por la prematura muerte de Tillmann Kaltwasser en junio. En estos pocos años y a través de numerosos proyectos y de algunas realizaciones, el joven estudio había alcanzado reconocimiento internacional. Su primer edificio construido, un modesto almacén para la empresa de pinturas Kempten en las afueras de Eichstätt, es un deslumbrante y musical ejercicio compositivo ejecutado a partir de piezas de hormigón prefabricado. La simplificación y el abaratamiento de la puesta en obra a través del uso de sistemas prefabricados con éste y otros materiales como la madera ha sido una constante del trabajo de Hild y Kaltwasser, cuyo interés por los aspectos materiales y constructivos del oficio se evidencia también en el diseño de piezas como la parada de autobús para la ciudad de Landshut, con sinuosos motivos florales recortados en planchas de acero cortén. En este mismo lugar, la conversión de una buhardilla gótica en pequeño teatro es una muestra de su sensibilidad para recuperar viejas arquitecturas con nuevos usos.