1949-2011
Fallecido a la edad de 62 años en un accidente de avioneta en Asturias junto a su socio, el también arquitecto Jacek Syropolski, el polaco Stefan Kurylowicz fue uno de los agentes protagonistas del radical cambió que experimentó Varsovia tras la caída del régimen comunista en 1989, contribuyendo de forma decisiva a la incorporación de Polonia en las corrientes estéticas internacionales. Kurylowicz se diplomó en 1972 en la Universidad Tecnológica de Varsovia y en 1983 fundó su propio estudio, pero no sería hasta la década de 1990, gracias a la apertura de Polonia hacia Occidente, que su carrera despuntaría con obras de un lenguaje radicalmente internacionalista basado en el uso del vidrio y el acero, muy alejado por tanto del racionalismo pragmático del anterior régimen. De sus numerosas realizaciones, entre las que se cuentan varias sedes corporativas, equipamientos culturales, bloques residenciales y viviendas unifamiliares, destacan los proyectos de oficinas en Varsovia, con ejemplos como los edificios Nautilus (1996), Focus (1997), Królewska (2002), Wolf Nullo (2005) —nominado para el Premio Mies van der Rohe 2007— o la reciente torre Prosta (2011).