Soluciones frente a la emergencia climática
Según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), publicado en la prestigiosa revista The Lancet Regional Health – Europe, unas 70.000 personas podrían haber muerto a causa de las sucesivas olas de calor durante el verano de 2022 en Europa. Según el programa Copernicus, 2022 fue el segundo año más caluroso registrado en el continente. En 2023 las cosas no han mejorado; más bien ha sucedido lo contrario.
La tendencia parece clara, pero las preguntas que debemos plantearnos, llegados a este punto, son dos: ¿es posible cambiar esta tendencia? y ¿estamos dispuestos a imaginar otro futuro? Nuestra respuesta a estas dos cuestiones es contundente: sí y sí. Poner de nuestra parte es necesario, pero no suficiente. Por eso pedimos, y más ahora que se estrena un nuevo Gobierno en España, que las instituciones legislen y se pongan manos a la obra para lograr la descarbonización completa de aquí a 2040. A la vista de lo que está ocurriendo con y en el planeta, tomar medidas drásticas para frenar la emergencia climática ya no parece una opción: es una necesidad real. En Greenpeace trabajamos con esperanza y optimismo, porque sabemos que la pataleta y la rabia no llevan a ningún lado. Toca movilizarnos, pensar en soluciones y ponerlas en marcha.
A continuación, te presentamos nuestras demandas y, para demostrar que no perseguimos una quimera y que lo que pedimos se puede llevar a cabo si hay voluntad política, hemos mirado a nuestro alrededor. ¿Qué se está haciendo en otros lugares y qué podemos aprender? ¿Existen alternativas al modelo actual? Una vez más, lo volvemos a tener claro: ¡sí! ¡Por supuesto que existen alternativas!...
Greenpeace: Una transición energética urgente con y para la gente