El cambio climático y los combustibles fósiles son dos vectores fundamentales de la crisis contemporánea, de manera que ‘sostenibilidad’ y ‘energía’ se han convertido en términos esenciales, y no siempre bien entendidos, del debate técnico, económico y social. Tres libros recientes ayudan a precisar mejor estos conceptos y ofrecen ideas estimulantes sobre su relevancia actual. Ian Morris, profesor de Arqueología y Estudios Clásicos en Stanford, explica la evolución de la humanidad y de sus valores desde la óptica de las fuentes energéticas disponibles en cada periodo de la historia; Kiel Moe, profesor de Tecnología Arquitectónica en Harvard, interpreta la edificación en términos termodinámicos y ecológicos, defendiendo la convergencia de los factores involucrados a través del diseño; y Kent E. Portney, profesor de Ciencia, Tecnología y Políticas Públicas en Texas A&M, desmenuza el concepto de sostenibilidad desde diferentes enfoques económicos y regulativos, y con especial énfasis en lo urbano.
La obra de Morris se originó en las Tanner Lectures que se imparten en la universidad de Princeton, y explora la ‘historia profunda’ de los grandes ciclos y metamorfosis, en diálogo con autores como Jared Diamond o Daron Acemoglu y James Robinson, de los que ya nos hemos ocupado en esta revista o su hermana AV (véanse ‘Las élites extractivas’ en Arquitectura Viva 149 o ‘Dirección Dinamarca’ en AV 183-184). Con su característica ambición, Morris ofrece una macro-historia del desarrollo humano durante los últimos 20.000 años que muestra de qué manera las ‘fuerzas brutas materiales’ limitan y determinan la cultura, las creencias y los códigos morales, estableciendo tres grandes periodos definidos por el modo de obtener energía, en la forma de alimento o combustible: el estadio de los cazadores-recolectores, el de la agricultura y el de los combustibles fósiles. La disponibilidad energética de cada periodo condiciona la demografía , y esta a su vez la organización social y la promoción de los valores que resultan ser más eficaces para la supervivencia. De la prehistoria al presente, el libro erudito y ameno de Morris explica desde una perspectiva convincentemente materialista el papel esencial de la energía en la organización de nuestras sociedades, nuestras vidas y nuestros valores.
La extraordinaria abundancia energética contemporánea se ha reflejado en la arquitectura de nuestro tiempo, y esta circunstancia no preocupa a Kiel Moe, que frente a los defensores de una construcción de mínimo consumo preconiza la maximización de los flujos de energía para potenciar la inserción de los edificios en un entorno gobernado por la segunda ley de la Termodinámica. Mirando más allá de la convencional eficacia energética, Moe emplea una sólida base científica para argumentar una propuesta paradójica, pero que al cabo descansa sobre la evidencia de que las obras de arquitectura «son todo menos sostenibles», como explica en el breve texto que reproducimos en nuestra última página.
El concepto de sostenibilidad es tan equívoco que el breve volumen de Portney resulta especialmente bienvenido. Publicado en la ‘Essential Knowledge Series’ de The MIT Press, el libro describe la evolución de la idea con elegancia y precisión, mostrando su impacto en multitud de campos, explorando su dimensión política y dedicando un capítulo imprescindible a las ciudades sostenibles, porque sólo desde la atención al medio urbano podemos promover la sostenibilidad del planeta, que exige hacer compatibles las necesidades del presente con las de futuras generaciones: un empeño generoso que estas tres obras exploran desde perspectivas complementarias.
El Cultural: Ian Morris y la selección cultural de la humanidad