Algo similar a enfrentarse por primera vez a la arquitectura de Sejima y Nishizawa ocurre cuando el lector tiene entre sus manos este volumen, que recoge la obra desde los comienzos de Sejima en solitario hasta la actual situación de tres estudios trabajando en paralelo. A la perplejidad inicial que surge de la lectura de un índice convencional, la casi ausencia de visión crítica, el hecho de que buena parte de los exquisitos dibujos se hayan redibujado y sea fácil reconocer de publicaciones previas un número considerable de fotografías, se pasa al aprecio por la simplicidad del enfoque bajo el que se presenta la obra de Sejima y Nishizawa, para terminar descubriendo finalmente una complejidad oculta de difícil adscripción. De especial interés resulta el texto introductorio de Yuko Hasegawa quien, como directora de la institución, desarrolló junto a Sejima y Nishizawa el concepto de exposición y carácter público del Museo de Arte Contemporáneo de Kanazawa. Organizado en cuatro capítulos que siguen un esquema cronológico, pero fundamentalmente centrado en este museo, el ensayo trata de explorar el sentido de ligereza y transparencia en la obra de ambos arquitectos, alejándose de los enfoques simplificadores, centrados exclusivamente en el proceso de reducción y simplificación lingüística de su obra, y sus posibles relaciones con la arquitectura y las practicas artísticas del siglo pasado, tan presentes en los intentos de la crítica occidental al analizar su obra. Con referencias, citas y opiniones de procedencia casi exclusivamente oriental, el ensayo se apoya en el desplazamiento desde el enfoque materialista, individualista y puramente económico de la cultura de las últimas décadas del pasado siglo, hasta las exposiciones contemporáneas centradas en la coexistencia, la inteligencia y la conciencia colectivas, para desgranar los temas alrededor de los que se mueve su obra: la percepción espacial y el sentido del cuerpo, las organizaciones espaciales de sus edificios y proyectos como investigación sobre la secuencia temporal de acciones, la tendencia a considerar los espacios como una unidad, el edificio como una modificación puntual del contexto, o el trabajo sobre la disolución visual de la arquitectura.
El resultado final es un volumen monográfico que ayuda a entender el fascinante trabajo, tan esquivo a los análisis, de Sejima y Nishizawa, y presenta como novedades algunos de los últimos edificios y proyectos —el proyecto para el Museo de Naoshima, el Centro cívico de Onishi, ya construido, o el proyecto del Centro de Educación de la EPFL— producto de la intensa labor de estas tres oficinas.