Libros 

‘Razón y ser’, actualidad de las estructuras

Miguel Aguiló 
31/12/2007

Una nueva edición del Razón y ser de los tipos estructurales es una buena ocasión para reflexionar sobre el libro de estructuras más conocido e influyente en todo el mundo. El Colegio de Ingenieros de Caminos y el Consejo de Investigaciones Científicas acaban de editar una nueva versión mejorada con aportaciones de José Antonio Torroja, y bastante más cuidada que las anteriores en cuanto a dibujos e imágenes.

En ingeniería civil son escasos los estudios teóricos que trascienden la simple enumeración de obras con una perspectiva crítica pues, en general, la enseñanza de la ingeniería siempre se ha dirigido hacia el dominio de los procedimientos de cálculo y construcción de las obras. Aunque en los primeros programas docentes de la Escuela de Ingenieros de Caminos, fundada en 1802, ya existía una asignatura orientada al estudio artístico e histórico de lo construido, eran pocas las disciplinas que incluían en su temario una reflexión teórica.

En este sentido, el Razón y ser de los tipos estructurales de Torroja supuso un verdadero soplo de aire fresco para toda la profesión, y tuvo una gran repercusión para arquitectos e ingenieros, tanto en España como fuera. Significativamente, su título perdió fuerza al traducirlo al inglés como Filosofía de las estructuras, pero el género crítico era tan escaso como para convertir cualquier reflexión en una filosofía. La novedad y trascendencia de su aportación teórica al diseño y construcción de estructuras fueron trascendentales.

En 1957, Torroja escribió su libro como un alegato contra quienes pretendían reducir las estructuras a una mera cuestión de cálculo. Para él, lo resistente es esencial pero nunca es la razón única y primordial de la construcción. Como instrumento para su indagación utiliza el tipo estructural y su tema es cómo elegir el tipo que, dentro de las condiciones impuestas por su finalidad, resulte más adecuado y económico para construirlo con los materiales y técnicas de que se dispone.

Enseguida aclara que, al decir tipo estructural, hace referencia al conjunto de elementos resistentes capaz de mantener su forma y cualidades a lo largo del tiempo, bajo la acción de las cargas y agentes externos a que ha de estar sometido; es decir, a la parte de construcción que garantiza la función estática antes citada y que, a falta de otra palabra mejor se llama estructura. En principio, Torroja asimila la expresión tipo estructural a la idea de estructura, y utiliza diferentes criterios para distinguir o explicar los tipos estructurales. Corrobora con ello la riqueza y flexibilidad características de la idea de tipo, permitiéndole adaptarse a conceptos y situaciones definidas unas veces como elementos primarios y otras como estructuras que, a su vez, se diferencian según su material, su forma de trabajar, su disposición, sus vinculaciones externas o su proceso de construcción.

Cincuenta años después, el libro mantiene intactos su frescura e interés, aunque la explicación del funcionamiento resistente según lo tensional sea insuficiente ahora que ya se han introducido en la teoría estructural la plasticidad y rotura de los materiales, y lo digital ha reemplazado a lo analógico. Ni tampoco parece ya posible prescindir de la historia para basarse en una consideración casi metafísica de los tipos, en un profundo razón y ser que margina su origen y devenir, perdiendo la riqueza de matices y situaciones de diseño reales, posibilitados con la introducción del análisis histórico.

Sin embargo, hay un cierto desfase entre título y contenido que minimiza el problema. Razón y ser es una expresión de gran fuerza sintáctica que distingue el libro de todo lo entonces conocido sobre el tema, pero posee más implicaciones metafísicas que las realmente existentes en el contenido. Las traducciones al inglés y francés cuentan con títulos quizá menos afortunados desde el punto de vista editorial, Filosofía de las estructuras, y al alemán Lógica de las formas, pero más ajustados a la manera de pensar que destila su reflexión.

Con todo, la flexibilidad de Torroja hacia los criterios definitorios de los tipos y su escaso apego a cualquier dogmatismo aproximan sus ideas a una concepción de la tipología más rica, más próxima al reconocimiento de diferencias y similitudes en lo construido, y bastante alejada de los presupuestos de la simple clasificación. Precisamente, la riqueza de matices sugerida por su lectura constituye uno de los principales atractivos del libro, que puede considerarse como la primera piedra de una teoría crítica de las estructuras.

Y por ello, el Razón y ser es un clásico imprescindible en toda biblioteca seria de arquitectura o ingeniería.


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