A menos de un año de su inauguración, el nuevo aeropuerto de Pekín toma forma. La espectacular terminal, que se convertirá en la más grande del mundo con 700.000 metros cuadrados de superficie, se habrá construido en apenas cinco años y está destinada a ser una infraestructura eficiente que ayude a descongestionar el actual aeródromo de la capital china.
Su aspecto futurista recuerda a una estrella de mar de seis puntas, una de acceso y cinco otros brazos en los que ya están instaladas las pasarelas que en pocos meses comunicarán las puertas de embarque con las aeronaves. Debido a su diseño hexagonal, la puerta de embarque más lejana estará relativamente cerca...