Libros 

Paulo Mendes da Rocha: un minimalista tropical

Roberto Segre 
31/10/2005


El casi octogenario Paulo Mendes da Rocha (1928) y el casi centenario Óscar Niemeyer (1907), constituyen los paradigmas universales de las tendencias básicas de la arquitectura brasileña: la escuela paulista y la escuela carioca. Curiosamente, sólo se han publicado cinco libros sobre el primero, mientras que decenas de volúmenes han tratado la producción de Óscar —en su mayoría escritos por él mismo—, diferentes en su forma y semejantes en su contenido. Quizás el carácter modesto e introvertido de su personalidad y el ascetismo de la obra de Paulo, hayan motivado la escasa presencia de ensayos profundos dedicados a sus aportaciones, que abarcan las escalas del urbanismo, la arquitectura y el diseño industrial. Dos grandes volúmenes —uno organizado por Rosa Artigas en Brasil y el otro por Annette Spiro en Suiza—, fueron acompañados por otros menores, a cargo de Helio Piñón y de Josep Maria Montaner. Paralelamente a los ensayos escritos por autores extranjeros, dos arquitectas brasileñas dedicaron sus tesis de doctorado a su obra: María Isabel Villac en Barcelona y Denise Chini Solot en Río de Janeiro. El presente libro de Denise resume años de investigación y constituye la primera contribución local sobre el tema. En esta modesta edición, dirigida esencialmente a los alumnos de las escuelas de arquitectura, se explica la coherencia estética y estructural de un grupo reducido de obras, unidas entre sí por la parquedad de medios, la limpieza de los elementos constructivos y un minimalismo expresivo; desde el ingenioso Gimnasio del Club Atlético Paulistano (1961) hasta el urbano Arco del Patriarca (2002), edificaciones representativas del libre manejo estructural de Paulo, tanto utilizando el hormigón visto como con elementos metálicos, rompiendo el mito restringido sobre el monolitismo constructivo de la ‘escuela paulista’. Además, desarrolla el pensamiento teórico del diseñador, quien resalta el necesario vínculo con la naturaleza, cuestionando la expansión urbana sobre los indispensables espacios verdes. De allí su tendencia a reducir al mínimo la materia sólida y poner en valor la fluencia espacial, interna y externa: el Pabellón de Brasil en la Expo de Osaka (1970) y el Museo Brasileño de la Escultura en San Pablo (1995), resultan claros ejemplos demostrativos de su postura crítica frente al mundo actual.


Libros reseñados:

Paulo Mendes da Rocha

Estrutura: o êxito da forma

Etiquetas incluidas: