El 29 de mayo, Francisco Mangado ingresó en la Academia de Arquitectura de Francia con el discurso en francés Crisis contra la Arquitectura. Pablo Katz, presidente de la Academia fue el encargado de la laudatio previa.
El arquitecto navarro enumeró un decálogo de condicionantes que desde la sociedad han producido un deterioro que afecta a la esencia misma de la profesión, según dijo, que queda así relegada a ser un objeto más del mercado. Entre las razones citó que la corporación, lo corporativo, se impone a lo individual y anula la parte creativa y arriesgada de la arquitectura. Eso provoca la especialización como manera de organizar el conocimiento. “Nuestro trabajo es, fundamentalmente, un trabajo de síntesis. Manejamos infinidad de variables y conocimientos específicos, pero el proyecto de arquitectura, informado de todos ellos, es mucho más que una suma lineal de las respuestas a cada uno de los problemas”, apuntó...