
Veronés. La disputa con los doctores en el templo. Hacia 1560. Óleo sobre lienzo. Madrid, Museo Nacional del Prado
Hasta el 21 de septiembre, el Museo del Prado acoge la primera gran exposición monográfica en España dedicada a Paolo Veronese (Veronés), maestro del Renacimiento veneciano. Comisariada por Miguel Falomir y Enrico Maria dal Pozzolo, la muestra reúne más de cien obras que evidencian la extraordinaria inteligencia pictórica y libertad creativa del artista. Veronese supo plasmar un universo visual propio en un momento de transformación para Venecia, integrando de forma magistral la arquitectura renacentista en sus composiciones.
Uno de los ejes centrales de la exposición, titulado ‘Maestoso teatro: Arquitectura y escenografía’, explora cómo Veronese incorporó a su pintura elementos arquitectónicos y teatrales, influido por los tratados de Vitruvio y por la arquitectura de Andrea Palladio. Se establece aquí un diálogo con el enfoque de Tintoretto, vinculado a las concepciones escenográficas del arquitecto Sebastiano Serlio. La muestra profundiza en estas dos visiones narrativas, que tomaron forma a través de sendas alianzas entre pintor y arquitecto: Veronese y Palladio, por un lado, y Tintoretto y Serlio, por el otro, ambas derivadas de distintas interpretaciones de la escena teatral romana descrita por Vitruvio.
Serlio, seguido por Tintoretto, imaginaba un espacio escénico profundo con un punto de fuga elevado flanqueado por edificaciones, generando composiciones dinámicas y escorzos. Palladio, en cambio, proponía una arquitectura dispuesta en transversal. Veronese adoptó esta solución con un punto de vista bajo, que reduce el espacio y acerca la escena al espectador. Esta elección reforzaba la majestuosidad del conjunto, dotándolo de equilibrio y serenidad.
Veronese acentuaba el contraste entre figuras y arquitectura mediante el color, frente a la atmósfera unificada de Tintoretto, sus personajes destacan por el brillo de sus ropajes frente a fondos arquitectónicos de tonos neutros.
Con esta exposición, el Prado culmina un ambicioso ciclo de investigaciones, restauraciones y exposiciones, iniciado hace más de dos décadas, dedicado a la pintura veneciana del Renacimiento.