La geotermia, una de las tecnologías más eficientes para la climatización de edificios, y la biomasa permiten ahorros de entre el 50% y el 80% en el recibo energético.
El precio de la luz en el mercado mayorista no da tregua. Esta semana, en los tramos horarios más caros, ha llegado a superar los 221 euros el megavatio hora. El precio del gas natural tampoco lo regalan: se ha multiplicado por cinco desde agosto del año pasado. El final del otoño y, sobre todo, el invierno se presentan difíciles. La calefacción va a suponer un gasto importante y, en el caso de algunas familias, inasumible. Porque en España la calefacción representa el 47% del consumo de energía de un hogar. Y para un edificio en bloque, con calefacción colectiva, supone cerca de un 33%, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
Hasta aquí la mala noticia. La buena es que hay otras formas de calefacción más eficientes y que, por tanto, suponen ahorros considerables en la factura energética. La de mayor potencial es la geotérmica. La climatización con intercambio geotérmico es la mejor técnica disponible para la generación de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria en todo tipo de edificios (residencial, terciario e industrial), de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Algo que conocen bien en países como Alemania, Austria, Suiza, Suecia, Francia y EE UU, donde el aprovechamiento de esta energía se realiza desde hace más de 40 años...