Las comunidades energéticas comienzan a arraigar en España. Desde hace unas semanas, coincidiendo con la escalada imparable del precio de la luz en el mercado mayorista, han ganado protagonismo en el debate público. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, recuerda siempre que tiene oportunidad las bondades de estas comunidades energéticas, reguladas por el Gobierno en junio de 2020.
De ellas dice que juegan un papel protagonista en la transición energética, en la democratización del sistema energético y en los planes de descarbonización. Y, en lo que más ampollas levanta: en la bajada del recibo de la luz, al permitir al ciudadano pasar de ser consumidor a productor. Tanto es el interés del Gobierno que la semana pasada Ribera anunció los primeros 100 millones de euros en ayudas para impulsar las comunidades energéticas, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. “Tienen muchas ventajas porque aportan energía de proximidad y rebajan los gastos energéticos de los socios y del ámbito municipal... Ahora podemos imaginar 1.200 pueblos con comunidades o 300.000 tejados solares”, dijo la ministra la semana pasada en un acto sobre comunidades energéticas en Crevillent (Alicante)...
El País. Comunidades energéticas: la fórmula para bajar el recibo de la luz de los hogares