MVRDV acaba de levantar en Tianjin (15,47 millones de habitantes) una biblioteca inmensa que tiene un gran ojo interior que se vislumbra desde la calle y que, por su inquietante espectacularidad, recuerda al ojo de Sauron de El Señor de los Anillos. Es probable que la comparación no moleste a los siempre divertidos Maas, Van Rijs y De Vries, aunque estos hayan preferido tirar de una metáfora más manida: la del edificio-cueva. Lo más singular de tal cueva son sus anaqueles de sección curva que crean un poderoso efecto envolvente, aunque este dependa al cabo de un fake: los libros de los estantes superiores son de pega, en este caso de pegatinas.