El 31 de mayo falleció Françoise-Hélène Jourda, reconocida arquitecta francesa y una de las mayores adalides de la construcción sostenible en su país. Nacida en 1955, Jourda estudió en Lyon, y desde sus inicios estuvo marcada por la impronta de su militancia ecologista y la influencia de artífices como Jean Prouvé, Norman Foster o Ralph Erskine, a quien consideraba su maestro. Todo ello se tradujo en los edificios sensibles a los problemas de la energía y a la naturaleza de los materiales que construyó a lo largo de su carrera, primero junto a su socio Gilles Perraudin y después en solitario, con hitos como la Universidad de Marne-la-Vallée (1992) o el Centro de formación de Herne Sodingen (1999). Desde hace quince años ocupaba la cátedra pionera de ‘ecología arquitectónica’ de la Technische Universität en Viena.