Libros 

Memorial de Menil

A Double Biography

Luis Fernández-Galiano 
30/11/2018


Los museos americanos suelen grabar el nombre de sus benefactores en una ‘donors wall’. Esta doble biografía de los esposos Dominique y John de Menil, redactada por el periodista y editor William Middleton, se inicia con los agradecimientos a los centenares de personas que aceptaron ser entrevistadas y a las docenas de instituciones que abrieron sus archivos, pero incluye también una extensa relación de patrocinadores —cuya financiación permitió al autor contratar hasta cinco auxiliares de investigación— de manera que la obra exhibe su propio ‘muro de donantes’, una circunstancia que acaso explique (como piensa Martin Filler en la reseña del 11.10.2018 en NYRoB) la ausencia de asuntos como las guerras del petróleo en Oriente Medio o el cambio climático causado por el consumo de combustibles fósiles en la biografía de una pareja cuya fortuna provenía del petróleo y que está financiada por prominentes representantes del Big Oil texano. Hecha esta salvedad, sólo cabe manifestar admiración por lo exhaustivo del trabajo y por la viveza literaria con la que se reconstruyen las vidas singulares de estos dos franceses afincados en Houston, la alsaciana Dominique Schlumberger —que tomó el apellido de su marido— y el barón parisino John de Menil, que dirigiría la empresa de sondeos y perforaciones petrolíferas de su suegro, circunstancia que llevó a la familia hasta Texas, donde se convertirían en grandes coleccionistas e influyentes patrones de las artes.

Desde luego, los arquitectos están familiarizados con su apellido por haber dado nombre a uno de los más exquisitos museos contemporáneos, realizado por Renzo Piano entre 1982 y 1986, y acaso la obra más feliz de su carrera. El primer capítulo de la biografía se abre con la inauguración de la Colección Menil el 4 de junio de 1987, presidida por una casi octogenaria Dominique de Menil —John había fallecido en 1973—, y sin duda el zenit de su extraordinaria trayectoria. Había conocido a Piano en noviembre de 1980 en París, a instancias de Pontus Hultén —a la sazón director del Centro Pompidou, un museo cuya arquitectura horrorizaba a la coleccionista—, y halló en el arquitecto genovés el bâtisseur que pudiera llevar a término «un edificio pequeño por fuera y grande por dentro», luminoso y amplio sin ser monumental. Pocos días después fueron juntos a Israel para visitar el museo de arte Ein Harod —el primero que usó luz natural, con lucernarios que controlaban la fuerte claridad mediterránea—, y de regreso a Niza para pasar por el Musée Marc Chagall y la capilla Matisse en Vence, en un itinerario protagonizado por la exploración de la luz, un empeño de la promotora del museo que también la haría llevar a Houston a Reyner Banham, para sugerir ideas antes de iniciar la construcción.

Dominique de Menil provenía de una influyente familia protestante, y sin embargo se convirtió al catolicismo poco después de su matrimonio. Muchos han buscado en el ascetismo de su formación religiosa la raíz intelectual y espiritual del refinado laconismo del edificio que alberga su colección de arte, y su admiración por pensadores cristianos como el filósofo Jacques Maritain, el teólogo Yves Congar y, sobre todo, el también dominico Marie-Alain Couturier —sin el cual no existirían Ronchamp ni La Tourette — fertilizó el diálogo con Piano y Peter Rice para alumbrar uno de los grandes edificios de nuestro tiempo. Esta biografía meticulosa le hace justicia, y rescata también la menos conocida figura de su esposo, cuya muerte temprana le dejó al margen de la obra arquitectónica, pero no del protagonismo cultural de una pareja legítimamente descrita como ‘art world avatars’, cuya doble visión marcó una época de Texas y del mundo. 


Libros reseñados:

Double Vision

The Unerring Eye of Art World Avatars Dominique and John de Menil

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