Frank Gehry
En una dura pugna con el portugués Álvaro Siza y el holandés Rem Koolhaas, Frank Gehry se ha hecho con la medalla de oro que anualmente otorga el Royal Institute of British Architects, uno de los galardones más veteranos entre los dedicados a la arquitectura. Un jurado formado por profesionales en principio poco afines al quehacer escultórico de Gehry se decantó finalmente por este candidato, ante el respaldo popular que ha obtenido tras haber conseguido hacer del Museo Guggenheim de Bilbao un fenómeno de masas. Con el Pritzker de 1989, el Praemium Imperiale de 1992 o la medalla del AIA de 1999, el arquitecto vivo más premiado está a sus 71 años en un momento inmejorable: ha inaugurado en Seattle el Experience Music Project, y en su ciudad de adopción, Los Ángeles, está construyendo por fin uno de sus proyectos más queridos y tantas veces pospuesto: el Disney Concert Hall. En Europa, la recientemente terminada sede del DG Bank en Berlín o el proyecto de las bodegas alavesas de Marqués de Riscal en Elciego dan cuenta de la frescura con la que Gehry sigue abordando sus obras, que conservan intacto el aire irreverente e inacabado de las obras que le dieron a conocer.