Masdar, ciudad del futuro

Sin emisiones ni residuos, densa y sin coches

Stefan Behling 
28/02/2010


Por primera vez en la historia, el porcentaje de la población mundial que vive en ciudades supera al de los habitantes del medio rural. Es previsible que esta tendencia se mantenga, y la ONU prevé que hacia 2050 el 75 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades. Este dato estadístico adquiere mayor importancia si se tiene en cuenta que actualmente las ciudades consumen el 75 por ciento de los recursos enegéticos mundiales y son responsables a su vez del 75 por ciento de todas las emisiones de dióxido de carbono. A la luz de estas cifras, la necesidad de crear ciudades más sostenibles para el siglo XXI es seguramente uno de los problemas más acuciantes de la humanidad.

Uno de los principales obstáculos para lograr un desarrollo urbano sostenible es el sprawl o crecimiento disperso de las ciudades. Por ejemplo, la huella de carbono de un habitante de una ciudad media española es de aproximadamente 1,2 toneladas equivalentes de dióxido de carbono, mientras que el consumo energético per cápita en una ciudad como Houston, Texas o Denver es hasta cinco veces mayor. Debido a la baja densidad de estas ciudades —menos de 25 habitantes por hectárea— las distancias entre los hogares y los lugares de trabajo y de compras son mucho mayores. Además, debido a la dispersión, en esas ciudades es imposible contar con sistemas de transporte público eficientes, por lo que se necesita recurrir al vehículo privado, con el consiguiente impacto negativo en cuanto a consumo energético y contaminación del aire. Existe una clara correlación entre la densidad urbana y el consumo energético: cuanto más densa es una ciudad, menor es su consumo energético...


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