El futuro de la sostenibilidad
Ciudad de Masdar en Abu Dabi
Es difícil escribir sobre una ciudad como Masdar. En los proyectos visionarios, siempre hay que gestionar las expectativas, que a menudo se traducen en falta de realismo. Masdar no es una excepción, aunque el calado de sus investigaciones y la sofisticación de sus propuestas la diferencien de ejemplos anteriores. Comenzada en 2006, la ciudad se concibió al principio como un lugar de mayor alcance y más poblado de lo que está hoy. Se concibió, asimismo, para ser a un tiempo sensible a lo cultural y avanzada en lo tecnológico, una mezcla de pasado y futuro, de herencia cultural e infraestructura de vanguardia. ¿Qué lecciones podemos aprender del intento de construir desde cero, ex nihilo, una ciudad sostenible como Masdar?
A menudo pensamos las ciudades como artefactos orgánicos y acumulativos, como algo que ha ido creciendo a lo largo de los siglos, pieza a pieza. La historia del urbanismo muestra, sin embargo, que ha habido muchas ciudades construidas desde cero. Desde los tiempos de los romanos, la fundación de una ciudad a menudo comenzaba con la creación del cardo, el eje Norte-Sur que constituía la principal arteria urbana, a la que cruzaba, en sentido perpendicular Este-Oeste, el decumanus, eje secundario de la ciudad. La geografía de los enclaves también influía en la jerarquía entre ambos ejes. Además, la fundación de la ciudad en la Antigüedad estaba siempre acompañada de rituales y simbolismo, presentes en la vida cotidiana de la ciudad. Su geografía y su carácter resultaban así inseparables de la vida cultural y simbólica de sus ciudadanos. El ejemplo arquetípico era la propia Roma, con su fundación mítica por Rómulo y Remo, y su crecimiento en torno a siete colinas...[+]