El comisario Carlos Garaicoa teje en esta exposición una reflexión sobre el espacio urbano que confluye, de manera inevitable, en la capital española.
Telefonillos metálicos. Rayados, antiguos, pintarrajeados, con etiquetas en diferentes grados de descomposición. Nombres de dueños escritos en todos los tamaños, tachados, en negrita o incluso ausentes. Algunos timbres más corroídos que otros debido a los continuos toques de los dedos, o al rastro de pegatinas de propaganda. Son las fotografías que abren la exposición ‘Imágenes desde el retrovisor: distantes, aparentes, espejadas’. Fueron tomadas por el sevillano Juan Carlos Robles cuando se mudo a Berlín y, como todos los que emigran, tuvo que enfrentarse a esa imagen de un timbre nuevo. Para Carlos Garaicoa, -comisario de esta selección de cerca de 30 obras del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid (MAC) y que se puede visitar gratuitamente en CentroCentro hasta el 10 de octubre-, este collage es perfecto para entrever la complejidad que tienen ciudades a día de hoy. “Los lugares que nos definen son los que nos ven nacer, pero también los que nos acogen y nos acompañan en nuestra nueva vida”, reflexiona el también artista de origen cubano, pero afincado en España desde hace años...
El País: Madrid se envuelve en los ojos del artista