La joven Anni Fleichsmann recibió en 1922 una tarjeta navideña con La huida a Egipto de Giotto, de parte del once años mayor Josef Albers. Así comenzó el romance más famoso de la Bauhaus y un camino en común que duraría más de medio siglo. Aunque desde el primer momento trabajaron de manera independiente —cuando Anni no pudo acceder con Josef al taller de vidrio, reservado a hombres, y quedó relegada al de tejido, sector que acabaría revolucionando—, los Albers se apoyaron y enriquecieron mutuamente, y de esta relación cómplice da cuenta ahora una exposición que puede verse en el IVAM hasta el 19 de junio.