La topiaria o el arte de recortar en la jardinería

La topiaria o el arte de recortar en la jardinería

Eduardo Barba   /  Fuente:  El País
01/03/2022


Jardines del Castillo de Villandry. Foto: Burkhard Mücke - Pimpinellus.

El gusto de los romanos por dar forma a las plantas se extendió rápidamente por todos sus jardines y después saltó de la Italia de finales del siglo XV al resto de Europa.

Desde tiempos de los romanos, el arte de tallar las plantas se hizo un hueco predominante en los jardines de todas las épocas posteriores. El jardinero de la antigua Roma, llamado topiarius, era el encargado de cuidar los jardines de las villas. Entre otros cometidos, realizaba la poda y recorte cuidadoso de los árboles y arbustos, para perfilarlos y generar figuras. Ese término acabó por definir el arte de dar forma a las plantas. Podían ser motivos geométricos, más orgánicos o, incluso, como ocurrió con el paso del tiempo, de estilo figurativo. La topiaria llegó entonces para quedarse en los jardines de toda Europa. Anthony Huxley, en uno de sus magistrales libros sobre la historia de la jardinería, cuenta que fue el escritor romano Plinio el Viejo, allá en el siglo I, quien menciona el uso de los cipreses (Cupressus sempervirens) como setos tallados en los jardines. Porque un simple seto recortado ya pertenece al antiguo arte de la topiaria. Estos muros vegetales se convirtieron, por tanto, en un elemento imprescindible en cualquier jardín, hasta el punto de que es casi imposible encontrar un espacio verde que no cuente con alguno. Y, si no es un seto, la topiaria hace acto de presencia con arbustos podados en forma de bola o cualesquiera otras figuras esculpidas con hojas y tallos...

El País: La topiaria o el arte de recortar en la jardinería


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