Garantizar una vivienda digna para todos fue una de las principales preocupaciones de los arquitectos modernos, y proscribir los dormitorios sin ventanas, uno de sus mayores logros. A lo largo del siglo XX, gracias a las normativas locales o estatales, disponer ventanas en todos los espacios habitables se convirtió en uno de los requisitos mínimos de cualquier proyecto residencial del mundo. Lamentablemente, el siglo XXI ha contemplado el resurgimiento de las habitaciones sin ventanas, y ello ha puesto el foco en los arquitectos por razones equivocadas...[+]