«Griegos, romanos, son todos humanos / Mientras vivieron, columnas construyeron». Quizás pocos textos hayan reflejado mejor la conjunción entre la arquitectura y las columnas que estos versos del divertido dúo Las Bistecs. Aunque vilipendiadas durante la modernidad, no cabe duda de que las columnas han sido parte fundamental de la historia. Y más allá de su prácticamente ineludible función estructural, se han puesto al servicio tanto de magnos emperadores en la conmemoración de sus victorias como de ilustres tratadistas en la definición de sus cánones clásicos y, por supuesto, de los propios arquitectos en la materialización de sus obras más provocadoras.

Con similar sentido del humor y el mismo semblante desprejuiciado que el performático grupo de música, Carmelo Rodríguez —bajo el nombre artístico de Bizarre Columns— lleva más de una década indagando sobre la capacidad comunicativa de estos soportes y compartiendo en sus distintas redes sociales los más atrevidos e insólitos diseños. Con este particular homenaje al polémico crítico estadounidense Charles Jencks, busca rescatar aquellos proyectos que se revelan ante lo normativo proponiendo un nuevo orden libre, y que han sido marginados por los relatos racionalistas preponderantes a lo largo del siglo XX.

Ahora, esta enorme colección digital se recapitula en papel para, a través de concisos ensayos y de unas características ilustraciones, ordenar hasta en diecinueve episodios los fascinantes ejemplos que dan cuenta de las exuberancias formales y las transformaciones funcionales de estos elementos constructivos. De este modo, se recogen columnas colosales o etéreas, columnas que permiten habitar o amueblar, o incluso columnas que solamente estorban. Pero todas, en definitiva, hacen gala de esta declarada fijación humana por levantarlas, y profesan fielmente el apelativo que acompaña a su nombre pues se muestran valientes, lúcidas y extravagantes.