El museo que conserva la memoria del hierro y el carbón
Sabero, en León, alberga el único centro en España que mantiene vivo el recuerdo de lo que fue la llegada de la siderurgia y la minería a una zona aislada, con un legado documental que ha comenzado a digitalizar.
La joya de este museo no es un óleo de un gran maestro, ni un raro incunable. Se trata de una pequeña jaula de cristal fabricada en Londres, a comienzos del siglo XX, que se conocía como “el resucitador”, con su puerta a través de la cual se introducía a un canario o un jilguero cuando se entraba en la mina por una explosión, lo que generaba monóxido de carbono. Cuando esto sucedía, allá iba la brigada de salvamento, y el primero de los hombres lo hacía con el pajarillo en la jaula. Si el ave empezaba a boquear y se tambaleaba, le insuflaban oxígeno con un mecanismo de la jaula y salían pitando. Había que ventilar la zona para no respirar el gas tóxico. Este “resucitador” es una de las 4.000 piezas —más de la mitad de donaciones particulares— de la colección del Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León (MSM), en Sabero (León), a los pies de los Picos de Europa.
El País: El museo que conserva la memoria del hierro y el carbón