Tras la revolución de 1917 surgió una corriente de pensamiento que apostó por la inmortalidad, la tecnología y el cosmos como hogar.
Muchos pensadores, escritores y artistas rusos pensaron que la Revolución de Octubre era una oportunidad histórica para emprender un comienzo radicalmente nuevo y dar otro rumbo a la historia. Entre ellos estaban los representantes de los inmortalistas biocósmicos, un pequeño partido político con raíces en el anarquismo ruso. En su primer manifiesto (de 1922) escribían: “Creemos que el auténtico derecho esencial del hombre consiste en el derecho a existir (la inmortalidad, la resurrección, el rejuvenecimiento) y la libertad de moverse por el espacio cósmico” (en vez de los supuestos derechos proclamados en la revolución burguesa de 1789). Por consiguiente, la sociedad de inmortales debía ser también una sociedad “interplanetaria”, cósmica, que hiciera de todo el cosmos su hogar. Los humanos ya no tendrían que buscar los valores espirituales, sino el lugar de su cuerpo en el mundo material...
El País. Cosmismo ruso: los filósofos y artistas que creían en una sociedad interplanetaria