El aumento del parque de pisos sociales en alquiler debe de ser uno de los ejes para suavizar el desajuste en el mercado.
La crisis de la covid-19 está causando grandes pérdidas de bienestar. Por un lado, las cifras de fallecidos marcan un antes y un después en la evolución de nuestras sociedades. Por otro, la crisis sanitaria está intrínsecamente ligada a un profundo deterioro económico para el que no se vislumbra una rápida recuperación. Como han empezado a mostrar algunos estudios, una consecuencia inmediata es el ensanchamiento de las diferencias de renta entre los hogares, debido, principalmente, a una distribución muy desigual de la pérdida de horas trabajadas.
Otras desigualdades que la crisis ha dejado al descubierto son las relacionadas con la vivienda. Cuando la mayoría de los países europeos, aunque con diferente intensidad, decidieron confinar a la población se activó, de forma automática, una forma de desigualdad ligada a las diferencias en las condiciones de este bien básico. Frente al mensaje de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que la vivienda es el principal escudo protector frente a la covid-19, un porcentaje no desdeñable de las existentes en los países ricos no reúnen las condiciones necesarias para cumplir esa función...[+]