Intensidad, coherencia y originalidad caracterizan la obra del gran arquitecto y artista argentino Clorindo Testa, fallecido el 11 de abril último. De talento artístico innato, Testa supo traducir en imágenes y arquitecturas la vida tal como esta se le presentó en la Argentina del siglo XX, integrando temas, problemáticas y tendencias tanto locales como globales.
Nacido en la ciudad de Nápoles por voluntad de su padre —un emigrante italiano lleno de nostalgia—, Clorindo creció y se desarrolló en la patria cultural y social que para él fue Buenos Aires. Era el Buenos Aires dinámico, de cuantiosa inmigración europea, puerto principal de un enorme país de acelerado desarrollo agropecuario y pronta integración al mercado mundial, conector entre el mundo de fuera y el de dentro, y centro de la vida pública de una nación que pujaba por reinventarse...