Pedro Ramírez Vázquez fue el arquitecto moderno en México que más décadas y edificios representativos abarcó con su trabajo. Activo hasta poco antes de su muerte acaecida el pasado mes de abril, a los 94 años de edad, Ramírez Vázquez fue clave en la transformación de la capital, un territorio que en 1919 tenía 500.000 habitantes y que en el año 2013 alcanzó una población de cerca de veinte millones. Ocupado durante casi setenta años en diseñar la imagen simbólica de su país, entendió como pocos las necesidades de urgencia de una población creciente y supo vincular el urbanismo con el diseño y la política. A partir de obras como el Museo Nacional de Antropología (1964), la torre de la Secretaría de Relaciones Exteriores en Tlatelolco (1965) y el Congreso de la Unión (1981), sentó las bases de una arquitectura pensada en el reconocimiento de la tradición local en sintonía con una imagen moderna. Realizó desde grandes obras públicas hasta logotipos para empresas; diseñó desde conjuntos urbanos hasta mobiliario, esculturas y tapetes...