Opinión 

Clasicismos epidérmicos

La historia como repertorio

Opinión 

Clasicismos epidérmicos

La historia como repertorio

William Curtis 
01/01/1988


Moore, Piazza d 'Italia, 1975-78

Clasicismo macarrónico

La diferencia entre la síntesis auténtica y el pastiche superficial es algo que conviene tener en cuenta al tratar el tema del clasicismo posmoderno, del que tanto se ha dicho y escrito en los últimos años. Charles Jencks, el jefe de ventas del movimiento —según algunos, su fabulador—, ha afirmado que éste ofrece una nueva lingua franca —no se atreve a decir «estilo internacional»—, pero se esfuerza también por mostrar lo sensible que es este estilo con respecto a las regiones concretas y los escenarios urbanos. La preocupación social se aborda mediante el recurso al «doble código», de modo que tanto la gente corriente como las elites arquitectónicas puedan degustar sus exhibiciones de ingenio. El ornamento se valora por su potencial decorativo y porque permite la representación: se sugiere incluso que los edificios repletos de referencias deben significar más que los que no lo están. El clasicismo posmoderno no fomenta la revitalización de ningún momento concreto de la tradición clásica; por el contrario, se recrea en las promiscuas posibilidades que ofrecen actualmente los viajes en avión y las diapositivas: todos los períodos valen, y a menudo se usa la técnica del bricolaje para unir entre sí las referencias. Esto se califica a veces de pluralismo social, pero con frecuencia el resultado huele a un formalismo meramente académico...[+]


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