Un viejo Alfa Romeo Giulia recorre las calles de Tokio bajo la lluvia. Lo conduce Ryue Nishizawa y en el asiento trasero va, incómoda y apretada, Louise Lemoine. En el delantero se sienta el espectador, que verá y oirá lo que sucedió desde la mañana a la noche del 25 de abril de 2019, a través de la cámara que maneja Ila Bêka en Tokyo Ride. No parece un planteamiento muy prometedor, pero tampoco lo parecía entrevistar a la extremeña que se ocupaba de limpiar la casa de Koolhaas Houselife y, sin embargo, quienes las hayan visto saben que tanto una película como otra son capaces de mostrar aspectos insólitos de edificios y ciudades gracias a la singular mirada de estos dos cineastas.
Han pasado doce años desde la filmación en la casa de Koolhaas, la primera película dirigida por Bêka y Lemoine juntos, y Tokyo Ride, estrenada hace pocos meses. En este tiempo, la pareja ha desarrollado cuarenta y cuatro producciones de distintos formatos y duraciones, pero que siempre contienen aspectos relacionados con espacios arquitectónicos y urbanos...[+]