La patronal constructora estima que al menos 1.455 obras públicas han quedado desiertas entre enero y septiembre de este año. El motivo, alega la organización, es la falta de adaptación de muchos pliegos a los desorbitados costes que afrontan las empresas constructoras y las limitaciones del sistema de revisión de precios que habilitó el Gobierno. En conjunto, las licitaciones a las que no ha concurrido ninguna empresa representan 652,8 millones de euros. En el conjunto del año, la CNC estima que puede acabar representando en torno al 10% del total presupuestado para obra pública (las cuentas del año pasado recogían unos 11.000 millones en partidas de infraestructuras), lo que compromete la ejecución de los fondos de recuperación europeos...