Europa propugna una oleada de renovaciones de edificios para lograr la descarbonización en 2050; el objetivo del Gobierno es multiplicar el sector por cinco con la ayuda de la lluvia de millones del fondo de recuperación.
El coronavirus, un auténtico seísmo social y económico, ha dado fuerza y velocidad a esa ola. Los nuevos Presupuestos, fondos europeos mediante, prevén una partida para la renovación y rehabilitación de edificios de 1.660 millones. Es más dinero del que hasta ahora se había dedicado en un solo año a todas las políticas de vivienda. Entre 2021 y 2023, el Gobierno pretende que las grandes reformas afecten a 500.000 viviendas, tantas como en los últimos 15 años. Pero España no es el alumno más aventajado de la clase de surf y corre el peligro de no levantarse en la tabla. “Hay que multiplicar el volumen de trabajos por más de cinco: es un salto brutal”, resume la arquitecta Dolores Huerta.
Expertos y administraciones públicas coinciden en que el riesgo vale la pena. España parte de unas 30.000 viviendas rehabilitadas al año, lo que da mucho margen de mejora. El reto para David Lucas, secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, es hacer del sector “un elemento dinamizador de la economía que genere empleo durante dos décadas o incluso más”. “Si trabajase el mismo porcentaje de personas que en la media de los países de nuestro entorno, eso daría trabajo a 400.000 personas”, completa Lluís Comerón, presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE)...[+]