La ciudad de Palma asiste al crecimiento pausado del edificio que el arquitecto Francisco Mangado ha proyectado para el nuevo Palacio de Congresos y Hotel de la capital mallorquina. Resultado de un concurso en el que participaron prestigiosos estudios de arquitectura, el edificio —de 50.000 metros cuadrados y 323 metros de largo— se extiende a lo largo de una línea paralela a la playa, en uno de los enclaves más visibles de la ciudad. A pesar de su longitud, la masa edificada del complejo se extiende de una manera contenida, sin sobrepasar nunca la altura de los edificios colindantes y abriéndose estratégicamente hacia el mar, de tal modo que las transparencias así creadas doten de permeabilidad visual al conjunto. Un puente, desde el cual es posible disfrutar de espectaculares vistas sobre la bahía, comunica el centro de congresos con el hotel.