«Descubrir lo insólito y lo desconocido en lo cotidiano»: así describe Juan María Songel el mensaje de Frei Otto, protagonista del precioso libro publicado por Gustavo Gili, en la serie Conversaciones, que reúne el artículo del autor «Fundamentos de una arquitectura del mañana», publicado en 1997, la entrevista habida entre ambos, en el taller-estudio del primero, en 2004, y un comentario final del entrevistador «Frei Otto, investigador de los procesos de génesis de la forma».

Conocido sobre todo por sus espectaculares estructuras en Montreal (1967) y Múnich (1972), Otto pertenece a la generación que, después de la II Guerra Mundial y cuando el evangelio de la Bauhaus se ha diluido en un neutro Estilo Internacional, mantiene viva la antorcha de sus propósitos fundacionales, en los que la racionalidad se compagina con una insobornable actitud empírica, que el joven arquitecto ha asumido y apurado en el campo de prisioneros de guerra.

El libro (donde comparecen como contertulios Torroja, Freyssinet, Nervi, Candela, Fuller, Dieste y otros) merece de arriba a abajo el elogio de la transmisión que, en otra entrevista semejante a ésta, defiende George Steiner, pues transmite a estudiantes, profesionales o simples habitantes de este planeta, la sabiduría de una vida fundida en el empeño de conocer el mundo para acomodarlo a ella por la vía económica y ‘sostenible’ de conseguir el máximo, como dice Songel, con lo mínimo.