Dentro de la serie de estudios publicados por el Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias acerca de la obra de maestros isleños, se encuadra éste, dedicado a un arquitecto nacido en Madrid en 1911, aunque de familia canaria, y cuya obra principal se encuentra en Tenerife. Se han escogido nueve obras representativas que aquí se explican concienzudamente.

Hijo del ilustre físico Blas Cabrera Infante, de él heredaría su disposición a la búsqueda de soluciones inventivas, que aplicaría a problemas constructivos. Tras licenciarse en Madrid y trabajar en el estudio de Luis Gutiérrez Soto se asienta en Santa Cruz de Tenerife en 1951, en un momento de gran carestía derivado de la II Guerra Mundial y de la posición de aislamiento de España. Este contexto le obliga a trabajar con escasos medios y una industria casi inexistente, y así entiende la figura del arquitecto como renovador de dicha industria.

Imbuidas sus obras iniciales del neo-regionalismo tan en boga en ese momento en las islas, pronto abandona ese camino para enfatizar en su arquitectura el papel de las estructuras y su capacidad expresiva. Así, desarrollaría soluciones novedosas, que en algunos casos, como en el de la Estación de servicio DISA de Puerto de la Cruz (planta de forjado), recuerdan obras de su compañero de estudios Félix Candela.